Terapia
Neural

La Terapia Neural es una terapia reguladora que ofrece un abordaje integral. Esto quiere decir, que podemos tratar al cuerpo como una totalidad sin enfocarnos únicamente en enmascarar los síntomas; tratando así cada enfermedad desde su raíz u origen.
Busca potencializar la capacidad reguladora del sistema nervioso autónomo e inmune para recuperar el equilibrio que ha perdido el cuerpo. Mediante la terapia neural, lograremos recuperar el correcto nivel de auto-organización del cuerpo, neutralizando los focos irritativos, es decir lo que nos está generando enfermedad, por ello se realiza de forma personalizada, basándonos en los antecedentes clínicos de cada persona.

Se realiza mediante la aplicación de inyecciones de un anestésico local con múltiples beneficios a nivel sistémico, se inyectan zonas donde el sistema nervioso ha sufrido una agresión o lesión. Esto funciona como un “Reset” en tu sistema nervioso, lo cual hace que éste busque una nueva ruta u orden generando una respuesta benéfica.Busca potencializar la capacidad reguladora del sistema nervioso autónomo e inmune para recuperar el equilibrio que ha perdido el cuerpo. Mediante la terapia neural, lograremos recuperar el correcto nivel de auto-organización del cuerpo, neutralizando los focos irritativos, es decir lo que nos está generando enfermedad, por ello se realiza de forma personalizada, basándonos en los antecedentes clínicos de cada persona.

Para comprenderla a un nivel más profundo, debemos entender cómo funcionan las células; en un estado normal, las células tienen un potencial de entre 40 y 90 mili voltios (podríamos hacer una analogía con una batería), cuando hay un estímulo que irrita a nuestro sistema, ese potencial cae, a eso se le llama despolarización. En un estado normal, libre de enfermedad, la célula recupera su potencial inmediatamente; sin embargo, cuando la irritación es muy fuerte (o crónica) o se suman varios estímulos (químicos, físicos, traumáticos) la célula ya no logra responder (o re-polarizarse) por sí misma, afectando sus funciones. Cuando la célula ha sido afectada, puede iniciar con un proceso patológico (de enfermedad) a transmitir descargas rítmicas o impulsos dañinos, generando “campos interferentes”.Busca potencializar la capacidad reguladora del sistema nervioso autónomo e inmune para recuperar el equilibrio que ha perdido el cuerpo. Mediante la terapia neural, lograremos recuperar el correcto nivel de auto-organización del cuerpo, neutralizando los focos irritativos, es decir lo que nos está generando enfermedad, por ello se realiza de forma personalizada, basándonos en los antecedentes clínicos de cada persona.

Con la aplicación del anestésico local se logra la estabilización y re-polarización de las células dañadas, logrando el efecto neural terapéutico y con ello surge la posibilidad de la recuperación de la función en todos los circuitos del sistema nervioso.

Algunos ejemplos de los estímulos que pueden generar enfermedad son:  cicatrices, tatuajes, infecciones, cirugías, endodoncias, traumatismos, estrés emocional, etc; éstos permanecen en la memoria del sistema nervioso y en determinado momento pueden ser los causantes de una enfermedad.

Con la terapia neural se pueden eliminar estos bloqueos o campos interferentes, que alteran el intercambio de información en nuestro sistema nervioso y se pretende reactivar los mecanismos de regulación, para que sea el propio organismo el que recupere sus acciones auto-curativas.

Debemos observar al cuerpo como una integridad, todas las partes que lo conforman son una unidad; éste funciona como un barril que se va llenando poco a poco de distintos estímulos o focos de irritación que lo van dañando. El sistema nervioso vegetativo constantemente lo intenta mantener en equilibrio (homeostasis), sin embargo, cuando el sistema nervioso ya no puede compensarlo, el barril se desborda y es cuando se manifiesta la enfermedad.

La Terapia Neural tiene un amplio abordaje y nos brinda la oportunidad de actuar sobre los factores orgánicos, psicológicos y sociales, que son aspectos inseparables en el proceso de enfermar y de la vida en sí.

La procaína (anestésico local que utilizamos en la terapia neural) tiene dos nutrientes vitamínicos con múltiples beneficios para la salud. Ésta ejerce una disminución en la acción del sistema nervioso simpático, con ello se reduce la percepción de estrés y dolor. Tiene un efecto antidepresivo, produce estimulación mental y una ligera euforia, presentando una mejoría en el funcionamiento cerebral. También tiene efectos antiadrenérgicos, antihistamínicos, antinflamatorios, vasodilatadores, analgésicos, antitrombóticos y capilarizantes.

Entre sus múltiples aplicaciones, la terapia neural es una excelente alternativa para tratar dolor, infecciones, inflamación, alergias, problemas hormonales y endócrinos, enfermedades crónico-degenerativas, reumatológicas, auto-inmunes, cardiovasculares, problemas músculo-esqueléticos, fibromialgia, problemas circulatorios, parálisis facial, depresión, ansiedad, insomnio etc.

La importancia para elegir como tratamiento la terapia neural, es que busca eliminar las causas de raíz de la enfermedad, sin efectos secundarios a largo plazo, evita tratamientos prolongados con medicamentos y trabaja en todo nuestro sistema de manera integral, permitiendo que sea nuestro propio cuerpo el que se cure a sí mismo.